sábado, 17 de mayo de 2008

HURACANES Y MARIPOSAS

Mirar por la ventana de mi casa siempre ha sido y será mi única forma de sentir que respiro un poco de todo lo que me sofoca. No miro la gente, no miro los carros, no miro las miles de vitrinas, en realidad nose exactamente que miro o que espero ver, veo solamente el cielo esperando a ver si en algún rincón de el logro conseguir las respùestas que ni yo misma me puedo dar, las que nisiquiera lo grande de la ciudad me puede dar. Me quedo con la mirada perdida en una montaña y siento que es la unica manera de conseguir cierta calma, es sentir que mas allá de esa montañ o ese cielo está esa parte de mi que se perdió un día y se niea a regresar.

Hoy por primera vez asomarme a la ventana me dio miedo. Me asustó el pensar que al mirar por ella no sentí lo mismo, no me calmó cuando lo necesitaba, ni me dió la tranquilidad que me hacía falta.

Quizás el tener que aprender de las cosas que suceden se ha vuelto la tarea mas complicada, mas que una obligacion cotidiana es una obligacion moral, conmigo misma, pero me siento como miles de mariposas dispersas y desincronizadas que no saben que rumbo tomar ni donde refugiarse cuando un huracán se empeña en pasar una y otra vez, porque ni el informe meteorológico ni la mas aguda de las intuiciones pueden advertir cuando golpeará y ahí es cuando nos damos cuenta que nada en el mundo te logra hacer sentir bien y seguro... No es el mundo el que debe cambiar, somos nosotros.

Tengo el peor habito del mundo, no aprender por las buenas, sino por las malas. Caerme y en el suelo darme cuenta q me equivoque, ver la roca y no esquivarla sino simplemente tropezar. Pero no vi venir al huracán que pasó una y otra vez sin saber si era yo la que se atrevesaba en su trayecto o era el quien seguía mis pasos... Y si, aún sigue mis pasos, rompe las alas de mis mariposas y no deja que se reagrupen.

Justo cuando creo que no se puede caer mas bajo, que no se puede estar mas triste, el huracán demuestra lo contrario y ya ha sido tan irremediablemente decepcionante su aparición continua y sin descanso que ya solo espero el coletazo, ya no me sorprende, solo me entristece.

La verdad es que nosé escapar al huracán y por su culpa ahora perdí el rumbo, el camino, el sentido y las
Algunas personas han logrado atrapar mariposas, ahora hay partes de mi que están fuera de la tormenta, pero aún quedan muchas volando y enredadas en el viento, confundidas y desorientadas que ya no saben como salirse solas del viento.

Mirare por la ventana de nuevo hasta que logra conseguir la poca serenidad que me deba, concentraré mi atención en un punto lejos en la montaña a donde pueda imaginarme por un minuto que nada de esto pasa, mirare y esperare que entre mariposas y huracanes logre encontrarme a mí misma otra véz.


"La nostalgia es un error"
-Pablo Neruda