martes, 18 de noviembre de 2008

Origami


Quisiera doblar la hoja de papel que soy hasta tener forma de un cisne. Hermoso pero fragil y que indudablemente en cualquier momento llegará a desarmarse.


Me estoy autodestruyendo. Más que sentirlo, duele admitirlo.

Realizo un sabotaje de todas mis funciones que me hacen humana, me llevo a los extremos físicos y se vuelve incontrolable, a veces insoportable. Los emocionales son aún peores.


Quisiera poder matar a un corazón que siente mas de lo que aguanta.


Camino sobre una vía larga pero con un único destino posible: destruirme... Suele ser inconsciente, imperceptible, indefinible, inadmisible, inaceptable, pero tambien innegable.


A veces es el único camino que se conoce cuando todos los demas han estado bloqueados.


Nunca podré convertirme en el hermoso cisne de origami que quiero ser, el papel del que estoy hecha es demasiado débil para doblarse, si se dobla se rompe... Tal vez deba doblarme.


"Quod me nutrit, me destruit"

(Lo que me nutre, me destruye)

-Latín

domingo, 9 de noviembre de 2008

Japones disfrazado de chino


La parte mas difícil del bachillerato nunca fueron realmente las matemáticas, ni la física, ni siquiera la química, fue darse cuenta lo inútil que la mitad de esas cosas llegaron a ser.

Ese tipo de afirmaciones como la que acabo de hacer me delatan... Mi tormentosa relación con los números no es la única razón por la que los englobo en este contexto, sino también porque cuando para muchos las respuestas eran las mas obvias, a mi nunca se me dio eso de lo obvio... Ni en las matemáticas, ni en nada.

No quiero caer nunca en ser obvia, no quiero ser predecible, evito que el resto sepa lo que pienso, aunque creo firmemente que fallo catastróficamente en el intento. Se que sueno confusa con eso de ser obvia y que a la vez no se me de eso de lo obvio, pero es tan sencillo como Japoneses disfrazados de chinos, uno es diferente al otro y viceversa... ¿No se entiende?, expliquemos entonces.

Ser obvia no es lo mismo que entender lo obvio... Yo soy obvia en muchos aspectos porque no se ocultar lo que siento ni como me siento (obviamente por esa razón tengo un blog) pero evado lo que es obvio porque me cuesta descifrar a las personas. Puedo tener las señales mas evidentes del mundo en mis narices y aún no podría descifrar lo que estas quieren decir.

En eso nos hemos equivocado todos, en no saber diferenciar chinos y japoneses, si aprendiéramos a darle a cada cosa su nombre y ubicación geográfica, no estaríamos tan perdidos en este mundo de imprecisiones.

Los japoneses vienen de Japón y los chinos de China. Así de obvio es el asunto.

Si aprendiéramos a diferenciar chinos de japoneses, sería obvio que me refiero a aprender a diferenciar nuestras carencias de nuestros excesos. No son la misma bandera, ni el mismo tipo de arroz. No podemos hablar sobre una cosa en el mismo idioma en que se habla la otra.

Yo, de una vez por todas, quisiera que todos aprendiéramos a diferenciar un sentimiento de otro: extrañar de querer, querer y amor, amor y costumbre... En realidad si fuese así, no solo nos ayudaríamos a nosotros mismos a aclarar nuestra mente, sino tambien a que otros no se confundan aún mas. Piensa en esto como una labor social mas que moral. Los chinos, los japoneses y hasta yo te lo agradecería.

Quisiera que por fin se acabaran las confusiones entre chinos y japoneses, que cuando un chino decida disfrazarse de japonés, todos entiendan el chiste, que cuando yo decida dejar de ser obvia y entender lo obvio, no me equivoque, que cuando los demás encuentren las diferencias entre un sentimiento y otro, eviten hacer daño.

No es lo mismo una cosa que la otra. Si no lo sabían, entre China y Japón hay un mar de mas de 5 mil kilómetros de distancia y diferencia. La misma distancia en kilómetros que hay entre un sentimiento y otro.


"No hay fin, sólo existe el camino,
la evolución no se termina nunca,
se transforma a la imagen
del ser que la vive"
-Proverbio Japonés