Digamos que es un día cualquiera, un día aburrido, de esos en los que canales como History Channel, Nat Geo o Discovery te enganchan de una manera increíble... Pasas canales, pasas canales y ahí está: un grandísimo tiburón blanco atacando una presa mientras es filmado por lo que probablemente sea un muy asustado camarógrafo.
Sí, no puede ser otra cosa, es la Semana del tiburón. Es esa semana en el que escuchas cosas como que el tiburón toro de Australia es más feróz que el gran blanco, aprendes que tienen 2 filas de dientes, que te matan en 3 minutos y cuales son sus puntos débiles. Son cosas que para la ciencia, para un surfista o para una simple persona aburrida resultan datos interesantes y vitales.
Los vemos como asesinos en serie, pero aún así nos maravillamos de su sola existencia... aquí es la parte donde me digo que entonces no es tan diferente un tiburón del amor.
Así de descabellado como suena, puedo probarte que es verdad, la primera evidencia: el tiburón no escoge a su presa, la siente... Aquí ya por lo menos debo ganar un punto para mi teoría, porque el amor es así, es una cuestión de química, de receptores, es cuestión de sentir una molecula de sangre entre mil moléculas de agua, esa es la que hace que todo tu ser tenga un solo objetivo.
Cuando el tiburón se dirige al ataque de su presa, no hay vuelta atrás, los tiburones no nadan hacia atrás. Aquí está la segunda prueba, una vez que estas enamorado, es inevitable sentir dolor, es imposible darle a retroceder a la película, esa palanca de cambio no marca R porque ya atacó cuando menos lo esperabas.
La tercera y mas importante prueba es que en la mayoría de los casos, el tiburón va a matar, es uhna maquina asesina que busca saciar su necesidad porque así es la naturaleza animal. En el caso del amor, cuando es en serio y empieza la preocupación, empieza el dolor, la perdida de sangre, sentimos que mmorimos momentáneamente, porque así es la naturaleza humana.
Lo que pasa luego del desamor es quizás la parte mas importante, es lo que llamaré la SEMANA DEL TIBURÓN. Es en este tiempo en el que diagnosticamos la mordida, los dientes que quedaron clavados en el corazón, es en este momento en que analizamos las estrategia del maldito tiburón que atacó un dia de surf en la playa.
Más importante aún, la semana del tiburón nos enseña a prevenir el mismo ataque. Es una semana importante porque te enseña y te orienta de cosas que desconocías. Pero no quiero ser pesimista ni dramática, solo quiero advertir: somos casi indefensos, el tiburón y el amor atacan de varias maneras. Hoy puede que evitemos un ataque, mañana quien sabe...
Del asesino no supimos casi nada hasta que mordió, tal vez uno, tal vez dos, tal vez mas, pero lo realmente importante es que te deje mucho mas que una cicatriz, que te enseñe y te vuelva mas fuerte y que jamás jamás le tengas miedo a un bonito día de sol en la playa, porque el amor también es calidez, pero eso ya es otro tema...
“El hombre es un animal racional, pero no un animal razonable”
-Alexander Hubbleton
